Somos un grupo de psicoanalistas que han constituido una Asociación para el Psicoanálisis integrada por:

Miembros fundadores:
Ángela Bacaicoa
María Cortell
Guillermo Kozameh Bianco
Mª José de la Viña Guzmán
Manuel Espina
Cristina Fontana Hidalgo
Carmen A. González García
Manuel Prado Acosta

Miembros adherentes:
Concha Cerdeira Gutiérrez

Ana Isabel Romero

HISTORIA DE ENTRE-DICHOS

ENTRE-DICHOS,  grupo de psicoanalistas, surgió como efecto de la labor de debate y escritura del Manifiesto por el psicoanálisis. Madrid 2012, en la línea del Manifeste pour la psychanalyse francés.

Sus miembros somos lectores de Freud y Lacan provenientes de diferentes recorridos, que se  unieron en 2010 en Madrid, en el Seminario de Topología de Erik Porge, discípulo de Lacan.

La transferencia de trabajo a los textos y  la producción personal de cada uno de los miembros, tanto en el trabajo interno, como en actividades con otros no analistas, permitió la constitución de Entre-dichos como grupo, con el deseo de intercambiar reflexiones con autores de otras disciplinas científicas y artísticas, preocupados en temas que nos conciernen a todos: las miserias cotidianas de la vida contemporánea y las creaciones que nos ayudan a soportarlas.

En el momento actual hemos decidido dar un paso más y constituirnos en asociación psicoanalítica, buscando una mayor inscripción en el mundo psicoanalítico, y una presencia activa en la sociedad,  preocupados  por la trasmisión del discurso analítico.

Pero toda asociación necesita de un “afuera” y Lacan nos recuerda que no puede esperar ningún progreso sin exponer sus resultados y sus crisis de trabajo.

Para ello contamos con profundizar en las actuales actividades y abrirnos a intercambios con otras instituciones psicoanalíticas.

JUSTIFICACIÓN DEL NOMBRE

ENTRE-DICHOS: dos palabras ligadas y separadas por un guion. Entre ellas  un hueco, un intervalo, un tiempo. El acento recae sobre el Entre. La riqueza de esa brecha Entre, es el propio intervalo que abre a un espacio y a una temporalidad que permiten el juego, juego de malentendidos, de significantes, juego de la ficción y de la creación. Es también el campo del chiste y de la risa. Es un espacio NO-TODO.

Como analistas ¿no nos corresponde estar en ese espacio del Entre?

La relación analítica no es una relación entre dos personas, no es una relación intersubjetiva. Entre ellas está el espacio de la palabra, el lugar del Otro, guardián de los significantes, lugar del sujeto supuesto saber que no es más que un supuesto. Un supuesto en ambas direcciones, la del sujeto y la del saber,  el lugar que el analizante  otorga al analista y que éste sostiene.

No hay producción sin un Entre, incluso podría llegarse a arriesgar la idea de que es el Entre el que genera la producción, igual que el vacío torácico nos obliga a respirar.

Cada discurso, cada disciplina a la que nos acerquemos,  es una lectura diferente de la insalvable soledad del sujeto, son subtítulos para el absoluto silencio del Otro  que no existe,  de su supuesta sordera, son intentos de inscripción siempre incompletos. La historia, la literatura, la filosofía, el arte, la matemática, la lingüística… son todas ellas variantes de lo escrito y vuelto a escribir. Reescrituras del borde como única tentativa, siempre baldía pero siempre necesaria.

Si el Entre suscita numerosas resonancias en campo propio del psicoanálisis: el sujeto entre dos significantes, el poinçon entre sujeto y objeto en la fórmula del fantasma, el entre-dos-muertes, lugar de Antígona y de Sade… no deja de aparecer también en el campo de la relación con otras disciplinas y con otros discursos.

Lacan, en la Proposición del 9 de octubre de 1967 (Primera versión) se refiere a la extraterritorialidad del psicoanálisis. Esta dificultad de hacer lazo con otros discursos que con frecuencia aboca  los analistas al repliegue y los mantiene fuera de los debates de su época.

Con la elección de este nombre, en Entre-dichos queremos poner de manifiesto nuestro interés en circular por el espacio entre los diferentes discursos que tienen que ver con “el sujeto”

Una  apuesta por el encuentro entre decires, por los puntos de cruce que hacen que un discurso sea solidario de otro discurso, no porque digan lo mismo, sino porque es su diferencia lo que los aproxima.